INSEGURIDAD, «TALÓN DE AQUILES» DEL GOBIERNO
Por Salvador Leal Luna
Sin duda que la inseguridad que priva en Tamaulipas, desde el primero de octubre del 2016 a la fecha, es el Talón de Aquiles del gobierno de los “Vientos del Cambio”, quienes a pesar de todo, han reconocido que en esa materia, están quedando a deber, pese a que en las comparecencias del “forastero” Procurador General de Justicia, un tal Irving Barrios Mujica y el Secretario de Seguridad Pública, Augusto Cruz, no lo acepten de todo bien este grave problema.
Sin embargo, los reclamos por medio de los legisladores locales fueron claros y precisos, pese a que ambos funcionarios no se querían salir del librito que llevaban, Al final, ambos funcionarios no salieron bien librados en sus comparecencias, uno ante el pleno legislativo y el otro ante la comisión de Seguridad Pública, quien por cierto el presidente de la misma, la sesión la llevo a pie de juntillas.
Han sido dos años, donde la inseguridad que vive el Estado, es por demás grave, no se ha visto al menos atacar el problema del delito de “fuero común” que es el que compete al Estado; es decir al gobierno panista atacar de fondo, sino que este fenómeno ha crecido en forma alarmante en Tamaulipas, sin que existe una verdadera política pública, con altura de miras.
Es diario ver asaltos a comercios, casas, robo de carros, a transeúntes y demás delitos del fuero común, pese a que se tienen dos instancias como la Secretaria de Seguridad y la Procuraduría de Justicia, que más bien, se han convertido en unos verdaderos “elefantes blancos”, al menos en atención al delito del fuero común.
Urgente que el gobierno que prometió un cambio a favor de los Tamaulipas, este se comience a darse, sino los habitantes del Estado, seguirán viviendo con el “Jesús en la Boca”, como hasta hoy lo hacen, debido a que no hay una acción de gobierno que detenga el alto índice de inseguridad que priva en el territorio Estatal.
Lo poco o mucho que se ha hecho en esa materia, ha sido insuficiente, los resultados en procuración de justicia, como en materia de seguridad de pública, no han sido los idóneos, pese a que habla con mucha seguridad. Las políticas públicas para atender este fenómeno están quedando cortas y muy lejos de la realidad que viven miles de familias en el Estado.
Necesario que se destinen acciones y recursos como el gobierno lo ha hecho con el municipio de Reynosa, al resto del Estado, debido a que Victoria, como esta ciudad fronteriza, se consideran los más inseguros, esto sin descartar el resto de los municipios del Estado.
Si en Reynosa, focalizaron polígonos de inseguridad creo que en ese sentido, todo el Estado debe ser un polígono de inseguridad y no sólo un municipio como lo ha hecho el gobierno panista, porque a pesar de esa inversión que ha destinado a esa ciudad, no ha podido, ni siquiera disminuir ese problema de inseguridad en esa ciudad fronteriza de Tamaulipas.
Mientras, tanto la inseguridad, sigue y seguirá siendo el “Talón de Aquiles” del gobierno de los vientos del cambio, ya que tiene dos instancias como he dicho, la Procuraduría y la Secretaria de Seguridad, dos áreas que en dos años, han quedado a deber, la primera en atención a la procuración y la segunda en materia de la seguridad.
Ambas instancias, no sólo necesitan de más personal, sino de recursos que es el cuento de nunca acabar, porque a pesar de que el gobierno lo sabe, este no destina lo necesario, sino todo se queda en salarios y compensaciones de los propios funcionarios del actual gobierno. Hay que recordar que para este ejercicio fiscal 2018, la mayoría del Congreso del Estado, les autorizo un aumento en sus emolumentos. Es la realidad.
Por hoy es todo.
HASTA LA PRÓXIMA.
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