EL PATINADERO

EL PATINADERO

El terror de los regiomontanos

Por Juan Antonio Montoya Báez


En los últimos meses, la Dirección de Tránsito fue un nido de ladrones en Reynosa, donde los abusos de los agentes viales estaban al orden del día, la situación se salió del control.

Las quejas de los ciudadanos, se reproducían en las redes sociales, muchas opiniones en contra por lo abusos de los tránsitos que tienen la peor fama.

Sin embargo, JUAN URIZA LARA escribió desde el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Monterrey, Nuevo León su aventura en la frontera.

URIZA LARA, relata su historia, cuando informa qué en su traslado de Río Bravo a Reynosa, en un puente elevado se encontraba una patrulla de Tránsito Local.

“Me percaté que trató de señalarme con la pistola con la que supuestamente miden la velocidad. Vi que ni siquiera puso atención a dicho aparato e inmediatamente me siguió y más adelante me prendió la torreta y la sirena. Me detuvo de inmediato y sinceramente descendí del carro muy enojado, porque era claro que estaba a la cacería de conductores que supuestamente infringían el límite de velocidad”.

Relata que le dio más coraje porque metros atrás sucedía un choque que no era atendido por los tránsitos, por lo que los participantes movían sus unidades para no obstruir el paso sobre el puente.

Todo mientras los tránsitos buscaban multarlo por un supuesto exceso de velocidad, olvidaron el accidente, mientras le aplicaban una multa, le quitaban una placa y tarjeta de circulación.

En su escrito, relata que cuando acudió a pagar la multa, pero antes le había dado vueltas la idea de promover un amparo por el abuso de autoridad cometido por el agente vual.

“Ya había reflexionado sobre los puntos débiles del actuar de la autoridad y su actuación al margen del Reglamento de ley conducente. Procedí a pagar de inmediato porque el vehículo del que me retiro la placa iba a utilizarlo hoy para viajar por carretera y posteriormente abordar un vuelo”.

Sin embargo, informa qué al intentar pagar la sanción en el Ayuntamiento, se encuentra con la sorpresa que el alcalde dio la orden que como regalo de navidad se condonen las multas, devuelvan las placas, sin pagar nada.

Expone, el ciudadano los resultados de su experiencia:

“Primero: punto bueno para el Alcalde, porque en algo bonifica la mala imagen que ha ganado a causa de la actuación de los tránsitos.

Segundo: punto bueno para mí, porque no desembolsé aproximadamente 2000 pesos.

Tercero: lo malo, que le di vueltas a mi cabeza para combatir la actuación de la autoridad”.

Este tipo de acciones son las que reivindican la imagen de un alcalde, más cuando viene de una situación sumamente complicada por los excesos de sus agentes viales.

Las Delegaciones se encuentran convertidas en un polvorín, muchas de ellas se encuentran inmersas en situaciones extrañas, los intereses son tremendos en cada uno de los municipios.

Al menos, el alcalde de Reynosa, CARLOS PEÑA ORTIZ tomó una buena decisión al condonar las multas de los ciudadanos atracados por los agentes de viales en plena Navidad y Año Nuevo. Las buenas acciones se cuentan por si solas.

Aunque, es necesario que se hagan los ajustes en la Delegación de Tránsito para que se terminen los abusos que cometen en contra de la ciudadanía.

Es la Dirección de Tránsito una de las peores evaluadas en su administración, además de ser considera la peor corporación de toda la frontera.

Son el terror de los regiomontanos que les tienen un pavor a los tránsitos reynosenses.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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