DEL ABOGADO AMIGO

VEAMOS MÁS ALLA DE LAS «MAÑANERAS»…

Por Luis Torre Aliyán


Una semana antes de que inicara el actual gobierno federal escribí un texto que titulé: “Aplique la ley, señor Presidente”

Ahí, señalé entre otras cosas, que debería haber justicia: que se debía aplicar la ley contra quienes saquearon el país impunemente; máxime si, como es de dominio popular, el Licenciado López Obrador se ostentó como un actor político que “rechazó” la corrupción durante toda su carrera.

Recuerdo y les comparto lo que en aquella columna sostuve, porque creo que vale la pena:

“El estado de derecho como principio democrático fundamental para salvauardar el orden, nada tiene que ver con ricos y pobres, buenos y malos, liberales y conservadores; en cambio sí, con quienes violan la ley y los que no, con los que han saqueado impunemente y los que no, con los que merecen ser castigados y los que no.

Y en esto sí se vale dividir al país… se vale y es su deber constitucional propiciar distinguir, ahí sí, a unos de otros”.

Hago esta reflexión hoy, no porque salga Peña Nieto en la Revista “Hola” como si nada, o porque estime se note “de lejos” la tranquilidad con la que navegan quienes hicieron tanto daño al país; lo digo porque al tiempo que todos discuten sobre la carta al Rey de España exigiéndoles perdón y sobre si les dijo “animalitos” o no a la gente más humilde de nuestro país, con enorme desagrado se observa que en lo que va de la administración del Presidente López Obrador el 74% de los contratos registrados en Compranet se hicieron por adjudicación directa (sin licitación pública), como informó Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.

No sé si la novia de Peña, si el libro de Gutiérrez Müller y si la carta que exige disculpas a los españoles sean o no cortinas de humo, pero coincido con Pablo Montes del IMCO: el Presidente ha mantenido a la corrupción como el tema central de su administación, por eso mismo resulta tan difícil entender por qué no existe todavía una estrategia concreta para su combate.

Son preocupantes para el Estado de Derecho en México, las señales de que con el Presidente López Obrador habrá impunidad legal para el pasado y para el presente, pero más preocupante es, si los mexicanos permitimos que se afiance una especie de “impunidad social” para este gobierno federal. Peligrosísimo.

No nos acostumbremos a irnos con la corriente, veamos los temas realmente críticos -y señalémoslos si hay fundamento-.

Por el bien de la democracia mexicana, veamos más allá de lo que se diga en las “mañaneras”…