DIÁLOGO

¿UN BUEN ALCALDE?: DURÓN  

Por Azahel  Jaramillo H.


¿Cómo están? Pues ahí tienen que las que andan muy dinámicas son las mujeres tamaulipecas de la llamada “Cuarta Transformación”. Quien en esta agrupación anda bastante entusiasta es Guadalupe Jaramillo Alanis. Hoy sábado tendrán evento ahí por el rumbo del Paseo Méndez. Veremos y luego comentaremos.

Ahora que nuestra Ciudad Victoria está sumida en una gran crisis de deterioro urbano con falta de un adecuado alumbrado público, falta de un buen sistema de mantenimiento de calles es cuando la opinión pública vuelve su vista al edificio del 17 Hidalgo, sede de los poderes municipales.

Y es que un polémico personaje nacido en Torreón Coahuila ocupa el alto cargo de Presidente Municipal. Pero este referido personaje ha hecho tan mal trabajo que hasta existe un movimiento ciudadano de levantamiento de firmas para destituirlo. Y es un movimiento de revocación de mandato que ha permeado en todos los estratos de nuestra Ciudad Victoria.

Dicen los que saben que el mejor gobierno es aquel que no se ve. Aquel gobierno que hace su chamba pues simplemente  no se ve ni da de que hablar. Así por ejemplo aquellos gobiernos municipales que tienen un eficiente sistema de recolección de basura, pues sencillamente nadie lo aprecia, nadie lo valora. El detalle surge cuando los montones de basura se quedan en las esquinas y no son levantados por horas y por días por la autoridad. Dicho de otra manera. Si tuviéramos en la persona del Dr. Xico González Uresti a un buen o regular al alcalde pues nadie hablaría de él. Y hasta le perdonaríamos sus aficiones de bailar o de andar en permanente fiesta. Pero no es así. No ha hecho bien su trabajo.  Al frente de acción de levantar firmas anti-Xico anda Marte Alejandro Ruiz Nava.

Es el Dr. Xico un pésimo presidente municipal. Pero no siempre ha sido así. También hemos tenido buenos alcaldes. Uno de ellos lo fue el doctor Ramón Durón Ruiz.

Él nace en Ciudad Victoria, Tamaulipas, en 1956. Y fue así para decirlo sin exageraciones un Buen Alcalde.

Político, escritor, exitoso conferencista, victorense de cuna modesta que alcanzó primeros planos en la política tamaulipeca y plano relevante en la cultura del noreste falleció sorpresivamente en mayo de 2016 en un accidente carretero en Veracruz, siendo sepultado en su natal ciudad como al personaje “El Filósofo de Güemes” le hubiera gustado… le hubiera encantando…¡con honores!

Así es, Ramón Durón Ruiz, en cuerpo presente, recibió honores en el máximo recinto de la cultura y las artes del estado: el Centro Cultural Tamaulipas. Presentes en sus funerales el entonces Gobernador Egidio Torre Cantú junto con su esposa María de Pilar González de Torre, el candidato priista a la gubernatura de Veracruz Héctor Yunes junto con su esposa y el presidente municipal de Victoria Fernando Méndez Cantú y regidores, así como amistades, y personalidades diversas del ámbito de la cultura, la política y la sociedad capitalina.

A la hora de la despedida en saxofón y guitarra se escucharon las notas inconfundibles de la canción “A mi manera”: “El final, se acerca ya, lo esperaré, serenamente, ya ves, que yo he sido así, te lo diré, sinceramente, viví, la inmensidad, sin conocer, jamás fronteras y bien, sin descansar, y a mi manera”.

“Jamás, tuve un amor, que para mí, fuera importante, tomé, solo la flor, y lo mejor, de cada instante, viví, y disfruté, no sé si más, que otro cualquiera, y si, todo esto fue, a mi manera.

“Tal vez lloré, o tal vez reí, tal vea gané, o tal vez perdí, ahora sé que fui feliz, que si lloré, también amé, puedo vivir, hasta el final, a mi manera.

Murió Ramón Durón lejos de su casa, de su familia y de su tierra. Alla en Veracruz desplegando su talento natural para las relaciones publicas en el equipo de campaña del candidato a la gubernatura Héctor Yunes, quien al momento de ser informado de la mala noticia, y estando presidiendo un mitin de campaña, tuvo palabras elogiosas para el tamaulipeco y pidió a la concurrencia para su amigo Ramón Durón Ruiz, lo que a “El Filosofo de Güémez le hubiera gustado…le hubiera encantado… un minuto de aplausos. Se queda su creación El filósofo de Güémez. Así las cosas.

Nuestro lindo Tamaulipas es una gama de sonidos, colores, aromas y sabores. Así tenemos que para entender un poco de gastronomía debemos consultar la obra del poeta Francisco Ramos Aguirre, quien en su libro “Viejos sabores de Tamaulipas”, que le editó Conaculta refiere que la abundancia de productos agropecuarios y del mar representa la fuente de la alimentación de los tamaulipecos desde tiempos ancestrales. Nuestra geografía es rica en expresiones culinarias: gorditas de horno y bocoles de El Mante, cabrito enchilado, discada, jaibas rellenas, huatape de camarón, atole de maíz de teja de Camargo, carne asada a la tampiqueña, gorditas huastecas, enchiladas tamaulipecas, atole de miel de maguey, vino mezcal de tuna, garrocha de lechuguilla, cabrito de gala, tortas estilo La Barda, chochas y jacubos, enchiladas de Tula, gorditas de don Pedro en Jaumave, gorditas Doña Tota en Victoria, ponteduro elaborado con maíz y piloncillo, chichimbré o el tradicional turrón elaborado en Tula, calabaza en tacha de miel de piloncillo y otros dulces regionales de Llera, langostinos en caldo o a la mantequilla en la Boca Toma de Gómez Farías, la machaca de El Encinal –con huevo o en caldillo–, y las asaderas de Jiménez y San Carlos –auténticos almuerzos norteños–, acompañados con jugo de naranja de las huertas de Barretal en Padilla, son apenas una muestra del buen comer en el noreste mexicano. La cocina de Tamaulipas se ingenia bien para presentar en la mesa, muchas veces en un solo platillo, los aromas del mar y del trópico, combinados el aguacate, el perejil y el cilantro con el camarón. El arte de cocinar, es sin duda, una de las cualidades de los tamaulipecos.

La buena comida, ya lo sabemos va unida a la fiesta, y en este aspecto las mejores referencias las encontramos en los libros de Martha Martina, “La música, el baile y la danza folcklorica en Tamaulipas, y del arquitecto José Luis Pariente y Marco A. Navarro, “El perfil del nuevo siglo” donde nos clarifican e ilustran que los bailes del norte de Tamaulipas (polka, redova y chotís), aunque derivados de una serie de estilos de origen polaco, escocés y checoslovaco, han sido asimilados por el pueblo que los adoptó como propios y les ha dado mayor movimiento y alegría. Con zapateado bravío y viril que se ve reflejado en el zapateado ágil y fuerte de los bailadores. No de fieltro de color oscuro. Tamaulipas…que bonita es nuestra tierra. NOS VEMOS.

Azahel Jaramillo Hernández

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