HUMO BLANCO

HUMO BLANCO

EL FRACASO DE LA OPOSICIÓN

Por Clemente Castro González


Los aciertos en cuanto al aspecto social y económico de parte de la federación, que aterriza en los estados, junto a la forma cercana de hacer política del Presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, son elementos que explican el nivel de aprobación del mandatario, de su gobierno y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Al contrario, la forma errática del actuar de la oposición panista, perredista y priista, junto a algunos intelectuales, periodistas y empresarios contrarios a la Cuarta Transformación (4T), les arroja por saldo fracasos.

De ahí que no logran sus objetivos de infligirle derrotas electorales a sus adversarios. El caso es que ya se encuentran en la antesala del relevo presidencial, prácticamente sin personajes presentables que puedan dar la batalla con expectativas reales de triunfo en el 2024.

Cierto que han frenando en el Congreso de la Unión iniciativas del ley orientadas a profundizar el cambio, acorde la proyecto de la 4T, pero esos triunfos pírricos han servido para ganarse la critica de los ciudadanos y, por tanto, su distanciamiento de los llamados opositores.

A ello habrá que sumarle antecedentes y acciones presentes que exhiben a los “conservadores” como genuinos representantes de un sistema caduco que, en su esencia, se ha distinguido por los altos niveles de corrupción e impunidad, además de darle la espalda a millones de mexicanos que padecen grados de pobreza.

Y si bien le echan en cara al actual mandatario lo que consideran una fallida estrategia contra la inseguridad, al hacer una revisión de lo que presumen en cuanto a logros de cuando estuvieron al frente del país, no salen bien liberados.

Baste con revisar lo llevado a cabo durante la gestión del panista, FELIPE CALDERÓN HINOJOSA, para constatar que su guerra contra los grupos delincuenciales solo derivó en flagrantes violaciones a los derechos humanos, incluidos ejecuciones con el “sello oficial”.

Lo peor para dicha gestión, que la pinta de cuerpo entero, es la colusión, al más alto nivel, de funcionarios federales con agrupaciones criminales, caso del ex Secretario de Seguridad, GENARO GARCÍA LUNA, quien se encuentra preso en los Estados Unidos de Norteamérica y podría pasar el resto de sus días en una cárcel.

El sexenio del priista, ENRIQUE PEÑA NIETO, tampoco escapó a esas relaciones de complicidades, como lo explica, entre otros acontecimientos, el secuestro y muy probable asesinato de 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, la noche del 26 de septiembre del 2015, mismos que fueron levantados y desaparecidos por un grupo delincuencial, con la colaboración de la Policía de Iguala, Guerrero, agentes federales y hasta de oficiales del Ejército Mexicano.

Por esto acaban de llevar a prisión al ex procurador General de la República, JESÚS MURILLO KARAM y al ex jefe del Batallón de Infantería en Iguala, GENERAL JOSÉ RODRÍGUEZ PÉREZ, además de existir ordenes de aprehensión en contra de varios militares más que habrían sido cómplices en la desaparición de los estudiantes.

A sí dio dio la complicidad en las dos pasadas gestiones federales, con integrantes de bandas delictivas, relación que solo pudo operar en base a la entrega de dinero a las autoridades para que dejaran hacer y pasar a delincuentes y hasta ayudarlos cuando lo requerían.

Dicho sistema todavía opera en entidades de la República y es factible que en el ámbito de corporaciones policiacas federales aún no se termine la depuración, por ejemplo en cuanto a los elementos de la Fiscalía General de la República y la denominada Guardia Nacional.

Pero, sin duda, estamos en una situación distinta porque no se promueven los actos delictivos dese la Presidencia de la República y la lucha es constante para desterrar de las instituciones la podredumbre que arraigó durante décadas.

En cuento a los estados, hay probadas razones para desconfiar de las corporaciones policiacas. Y eso lo vemos en Tamaulipas en donde la policía estatal, con sus excepciones, rara vez toca a las estructuras de los grupos del crimen organizado.

Cierto que el combate de ilícitos, mas allá del ámbito local, debe ir de la mano con la federación.
Se acepta que un poco cambio la percepción de los ciudadanos en cuanto a seguridad en Tamaulipas, en el actual sexenio, aunque no deja de ser una situación de paz y orden, que pende de alfileres.

La prueba de fuego en lo de la seguridad que se pregona en la gestión del mandatario, FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, será antes, durante y posterior a la toma de protesta del Gobernador, AMÉRICO VILLRREAL ANAYA.

Si lo llevado a cabo cuenta con bases solidas no pasar a mayor pero de no ser así se recrudecerán los eventos de violencia e inseguridad.

En cuanto a la mala administración y los excesos, entre los que sobresale la corrupción, se habla de que fue la constante en el sexenio que esta a días de concluir. Habrá que estar pendientes de si ello puede acreditarse.

Lo que queda en el registro es que los ciudadanos no avalaron la continuidad de los opositores a la 4T y optaron por la alternancia.

Esto es, sin duda, un fracaso más del PAN, PRI y PRD, frente a sus exitosos adversarios y si no se ponen las pilas les quitarán el Estado de México y Coahuila, en el 2023.

AL CIERRE

Merecida ovación la que le dieron los morenistas al Gobernador Electo, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, durante su participaron en el III Congreso Nacional Ordinario, que se llevó a cabo el sábado para elegir el Consejo del partido y a los dirigentes del Comité Ejecutivo.

Se la ganó a pulso debido a que no bajó la guardia durante la campaña por la gubernatura y, en la actualidad, sigue firme defendiendo la llegada de la 4T a Tamaulipas.

VILLARREAL ANAYA, en el corto plazo, se convirtió en un referente de lucha política electoral para sus compañeros de partido a nivel nacional. Más si se considera que trunco los intereses del grupo calderonista cuya pretensión era hacer de la entidad su bastión con miras a la sucesión presidencial.

De modo que no hay la menor duda de que AMÉRICO ejercerá su liderazgo en el ámbito estatal pero tendrá dimensión nacional. Esto es fundamental para que los grupos internos de Morena le piensen dos veces antes de querer ejercer un determinado liderazgo, al margen del jefe político estatal.