EL PATINADERO
La esperanza rota
Por Juan Antonio Montoya Báez
El puente roto fue un monumento a la corrupción, los ciudadanos de la zona conurbada del sur de la entidad conocen su historia.
Saben los millones de pesos que se perdieron, quienes se lo robaron y cuantos proyectos se presentaron con el ánimo de rescatarlo y hacer un negocio adicional.
Como culpables de su edificación salen el nombre del ex Senador panista JULIÁN SACRAMENTO y un constructor de Matamoros, el primero utilizó sus influencias para lograr el contrato, el segundo puso la papelería para ejecutar el fraude.
La obra era una vista amarga para todos los ciudadanos que veían como se esfumaron cientos de millones sin castigar a los culpables.
El gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA inauguró el puente que se denominó de “La Esperanza”, una obra que sustituye al puente roto, que es un símbolo del abandono, olvido, desidia y corrupción.
Pasaron administraciones nunca lo concluyeron y jamás castigaron a los que cometieron el fraude, pero ahora el puente se concluyó.
AMÉRICO fue acompañado de la alcaldesa de Tampico, MÓNICA ZACIL VILLARREAL ANAYA; ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO, alcalde de Madero; PATRICIA CHÍO DE LA GARZA de El Mante; NOEMI SOSA VILLARREAL de Aldama y MIGUEL ZUÑIGA RODRÍGUEZ, alcalde de González.
El mandatario en alguna parte de su discurso, reconoció el papel que juega la sociedad tamaulipeca, siempre echada para adelante, busca trabajar en paz y mejorar los niveles de bienestar.
La obra fue gestionada por el propio AMÉRICO desde su etapa de Senador, con una inversión superior de 293 millones de pesos, con lo que se mejora la seguridad, fortalece el desarrollo económico de la región y mejora la conectividad con el puerto industrial y acceso a las playas.
Es una de las obras con las que recordarán al mandatario en el sur, para ello contó con el apoyo de la presidenta CLAUDIA, quien también apoyará la construcción de la segunda línea del acueducto, pero esto ya es en ciudad Victoria.
CLAUDIA también ofreció una respuesta inmediata con un apoyo de ocho mil pesos a las familias afectadas por las inundaciones en Reynosa.
Los ciudadanos están contentos con estas acciones, pero debemos establecer que nunca serán suficientes.
En el sur la inauguración del que pretenden llamar puente La Esperanza, es un ofrecimiento de buena voluntad de la 4T de acabar con los monumentos a la corrupción, es una ofrenda de que ahora las obras serán hechas sobre bases sólidas, para fortalecer una administración que debe alcanzar la cresta del poder en los siguientes meses.
Es una muestra de que lo malo puede cambiarse, la corrupción puede acabarse, que las historias del Puente Roto no deben repetirse en la historia de Tamaulipas.
Sin embargo, ese amargo sabor de la impunidad, no se quitará por más cucharadas de azúcar que pretenden imponerle para endulzar la historia de esa obra que fue un fracaso y de derrota para los habitantes de la zona sur.
La sal y pimienta no alcanzan para sazonar una leyenda de putrefacción e impunidad, pero está en la 4T evitar más puentes rotos.
Dicen que vienen más cambios en la administración, ese es un rumor que no se detiene, cuando es el tiempo de la consolidación y el ataque a la corrupción en la etapa de la 4T, en donde algunos de sus funcionarios se dejaron llevar por su ambición.
Después de todo, el puente roto siempre será el puente roto, no se pierde el sueño de una limpieza hacia el interior. La esperanza no está rota, la escoba espera en el rincón para barrer la basura.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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