Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Como parte del compromiso por elevar la calidad de vida de las familias que más lo necesitan, el Instituto Tamaulipeco de Vivienda y Urbanismo (ITAVU), en colaboración con los gobiernos municipales y en seguimiento a la visión humanista del gobernador Américo Villarreal Anaya, inició la entrega de las primeras cinco bloqueras comunitarias en distintos municipios del estado.
Estas unidades, que forman parte de un total de 17, fueron entregadas en comodato a los ayuntamientos de Aldama, Jaumave, Palmillas y González, donde se asignó una bloquera en la cabecera municipal y otra en Estación Manuel. Con este programa se busca fomentar la autoedificación de viviendas en las comunidades más alejadas, brindando las herramientas necesarias para que las propias familias participen en la construcción o ampliación de sus hogares.
Durante la entrega oficial, en representación del director general, Manuel Guillermo Treviño Cantú, asistió el coordinador de delegaciones del ITAVU, Germán Fernández Guzmán, quien subrayó el compromiso de la institución con el bienestar social.
«Esta iniciativa responde al llamado de justicia social. No solo entregamos maquinaria, entregamos esperanza, herramientas para que las familias puedan construir su propio futuro”, externó.
El esquema, que se desarrollará durante los próximos dos años, contempla que los ayuntamientos operen las bloqueras, facilitando su uso a la población. El material necesario para la producción de bloques será proporcionado por las administraciones municipales, mientras que las y los beneficiarios aportarán su mano de obra.
«Aquí no se trata solo de construir viviendas, se trata de construir comunidad, de empoderar a las personas para que con su esfuerzo y nuestras herramientas, puedan mejorar su calidad de vida», agregó Fernández Guzmán.
Esta estrategia refuerza el modelo de desarrollo humanista que impulsa el gobernador Américo Villarreal Anaya, centrado en la equidad, la inclusión y la sostenibilidad.
El programa de bloqueras comunitarias representa una solución tangible a las necesidades de vivienda y, también simboliza un acto de solidaridad institucional, para que Tamaulipas siga avanzando hacia una transformación real, donde cada familia, sin importar su ubicación o condición, tenga la posibilidad de construir un futuro más digno y seguro.