A una semana de cumplirse un mes de violencia en Sinaloa, los músicos son uno de los sectores más afectados.
De amenizar reuniones en la playa o poner el ambiente en centros nocturnos, decenas de músicos pasaron a tocar en los semáforos y calles a fin de obtener alguna moneda.
La cancelación de los festejos patrios fue el parteaguas de la precaria situación económica de los grupos musicales, quienes se manifestaron en la explanada del Palacio de Gobierno en Culiacán.
Agrupaciones hicieron de la plazuela Álvaro Obregón un punto de reunión para ofrecer canciones a cambio de apoyos voluntarios.
Detallan que después de las siete de la noche Culiacán se vuelve “una ciudad fantasma”.