EL PATINADERO

EL PATINADERO

La llanta de Zabaleta

Por Juan Antonio Montoya Báez


Esperaba la salida de vuelo del avión a ciudad Victoria, venía de regreso después de enfrentar una serie de iniciativas y propuestas que se presentaban en la Cámara de Diputados.
Invariablemente, la instrucción es la misma a favor de aprobar cualquiera propuesta que venga del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Sabe que por más reservas y discusiones que se den en la tribuna el resultado será el mismo, no habrá cambios, ni movimientos en las propuestas del líder en el país.
Tal vez los panistas o emecistas piensen de manera diferente y sus propuestas vayan más allá de una buena intención, calculando que sus intenciones sean perfeccionar la propuesta, pero la instrucción es aprobarla sin un solo cambio.
El Congreso de la Unión lo controlan al máximo, tienen el número suficiente de diputados para poder aprobar cualquiera de las iniciativas que les envíe el tío ANDRÉS MANUEL.
De hecho, los diputados de los otros partidos lo que hacen es solamente alargar las sesiones, volverlas somníferas, lo que provoca que vayan a dormir a un hotel cercano, se bañan y se prestan a escuchar el llamado para levantar el mano a favor de las iniciativas de AMLO.
Es un tema que ya discutió con sus compañeros panistas, establecieron claramente que no habrá cambios, por lo que piden que participen, pero poquito.
Se preparaba para su retorno a su casa, estaba en la sala de espera, ahí se encontraba con uno de sus asistentes, pero además estaba un joven que no identifica.
En la misma sala se encontraba la cantante SUSANA ZAVALETA. Ella muy guapa, pero con esos aires de diva que la hacen ver inalcanzable.
Se la presentaron y su asistente le tomó una fotografía, donde ella sale sonriente y él ni se diga.
“La verdad platicamos muy poco, es muy cortante, no deja avanzar mucho en la conversación”.
Sin embargo, el joven que estaba ahí con ellos si le empezó a platicar de ciudad Victoria y le presentó:
“Es diputado federal y ganó con mucha diferencia en ciudad Victoria”, le dijo aquel joven, mientras le platicaba de la ciudad.
Al arribar a ciudad Victoria, ya no conversaron más, tan sólo una despedida y se retiró para su casa a atender asuntos personales, pero también para prepararse al ser invitado a la ceremonia del grito de Independencia por parte del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
Le tocó llegar en medio de lluvia, traía un paraguas, pero lo cedió a la mamá de una compañera diputada, por lo que se dio un remojón.
Hizo algunas tomas de video y fotografía, para hacer acto de presencia, retirándose a saludar a los victorenses en medio de la plaza, ya no escuchó el show, ni nada por el estilo.
En la mañana su asistente público la foto con SUSANA, la mujer guapa y sensual, de un carácter indomable y una lengua incontrolable.
En su casa le dijeron del escándalo que no se había enterado, ya no bajo la fotografía, informó de las circunstancias que se dieron para esa toma y que nunca estuvo informado de la situación registrada.
“Yo no tuve nada que ver con lo que dijo SUSANA ZAVALETA. Tal vez fue el muchacho aquel que no identifique quien habló de más”.
La versión no oficial, establece que hija de SUSANA llegó desde Monterrey para recoger a su mamá y acompañarla ese fin de semana, pero al recorrer la ciudad cayó en un bache y le tronó una llanta.
PEPE BRAÑA se movió, se tomó la foto, pero no tiene la fuerza para manipular una mente indomable como la de SUSANA. Todo fue circunstancial, una llanta fue la culpable de la groseria.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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