AGENDA PÚBLICA
La UAT con funcionarios sin perfiles adecuados
Por Salvador Leal Luna
Era de esperarse que en la Máxima Casa de Estudios: es decir la Universidad de Tamaulipas, están contratando funcionarios sin los perfiles adecuados, luego de que este sujeto de marras que se dice por desgracia “rector” de los universitarios, si el tal, Dámaso Anaya Alvarado, fue detenido y catalogado como delincuente electoral, entonces que se puede esperar dentro de ese “palacio” universitario del Estado.
Cabe hacer mención que por más publicidad que se haga y su primo el gobernador de cuarta, Américo Villarreal Anaya, lo haya ayudado para ser lo que es con ese perfil de delincuente electoral, esto lo marcará para el resto de su vida, porque dicen las malas lenguas y sus aduladores que va por más, hágame usted el favor.
De eso, escribiremos después. Lo que sí llego al Congreso de Tamaulipas, por medio de la Oficialía de Partes, fue un exhorto para el titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Tamaulipas, para que se avoque a la investigación de los hechos presuntamente constitutivos de delito, con relación a la designación y ejercicio de funciones por parte del Abogado General de esta Universidad de Tamaulipas y se deslinden las responsabilidades correspondientes.
Este punto de acuerdo fue presentado por la diputada local de Acción Nacional, Imelda Margarita Sanmiguel Sánchez, este pasado 9 de julio, donde en su exposición de motivos, sostiene que nos causa extrañeza que tras una revisión al Registro Nacional de Profesionistas, pueda constatarse que el licenciado, César Abraham Ramírez Rosas, quien fue designado recientemente abogado general de la Universidad del Estado, no cuenta con los requisitos obligatorios que establece la Ley Orgánica de la Universidad de Tamaulipas, para ser abogado de la Máxima Casa de Estudios, pues en su artículo 37; se dispone la necesidad de poseer el grado de maestría para ocupar dicha posición; es decir que el citado profesionista solo cuenta con licenciatura y no de maestría, por eso estamos como estamos.
Además, esta designación que hizo, el también conocido en el bajo mundo de la política como “mapache electoral”, Dámaso Anaya, se puede considerar como un “mal ejemplo” para toda la Universidad, pero si desde arriba está mal, pues como estarán los demás áreas de esta pobre Universidad y que con ello, si necesita una auditoría a fondo, comenzado con el “nepotismo”.
Por lo tanto, el Congreso por medio de la Diputación Permanente, deberá tomar el sartén por el mango y citen a este rectorcillo a comparecer y no mande a segundones, porque no tener este funcionario un perfil de maestría debe ser de inmediato separado, eso se verá, porque habrá de sacar una serie de argucias legaloides.
Se puede considerar un caso inexistente, pero no deja de comprobarse una “burla” para la ya deteriorada Universidad que está por desgracia guiada como lo escribo por un delincuente electoral y que al interior sus funcionarios no la aceptan, como tampoco en la presidencia municipal de Victoria a un “golpeador” y así sucesivamente, donde se habla de una “transformación”. Válgame Dios.
Veremos en qué queda todo esto, porque el punto de acuerdo tendrá que ser analizado; es decir deberá dársele entrada el próximo 15 de julio en la sesión de la Diputación Permanente, la cual está conformada por cuatro morenistas, una sin partido, pero que vota con ellos y dos de Acción Nacional.
O en su caso antes, porque el 13 de julio se tendrá una sesión extraordinaria y solemne para conmemorar el bicentenario del Congreso Constituyente en el municipio de Padilla, bueno si hay orden del día y puede que sea en el punto de correspondencia.
En fin, la Universidad de Tamaulipas, con funcionarios sin perfiles adecuados, donde si comprueba esto, que vergüenza para el Estado y la propia Casa de Estudios.
Por hoy es todo.
HASTA LA PRÓXIMA.
Correo Electrónico.