HUMO BLANCO

Hace falta recordar ideales de la Revolución Mexicana porque todavía hay una deuda con los próceres que hicieron punta para dirigir éste importante movimiento social, con el propósito de que se dieran cambios trascendentales en el país.

Por supuesto que el pendiente más  sentido es el tener a  millones de pobres que, durante generaciones, no han podido salir de tal condición.

Ello pese a que, en la actualidad,  es prioridad para el gobierno federal y la mayoría de los estatales, lograr la justicia social.

De ahí que haya atención sistemática a las familias que se encuentran con  carencias para que superen su lamentable situación.

Si bien la Revolución Mexicana, que lleva más de un siglo de que inicio, no significa un fracaso aún hay asuntos de la agenda social y económica a los que se les debe poner la atención debida.

Porque es evidente que en el país se dan marcadas diferencias socioeconómicas debido a que no se reparte, de manera adecuada, la riqueza que se genera.

Igual es pertinente subrayar  que tenemos una élite en México que es adinerada y continúa acumulando riqueza. En contraste,  millones de personas viven a la buena de Dios.

Sobe esto, se advierte que los programas de bienestar social han dado resultados pero falta tramo por recorrer para acortar la brecha que se da en cuanto a la riqueza y la pobreza.

Si bien se impulsa el cambio éste se da con lentitud, luego de décadas de estancamiento y regresión. Al respecto, según cifras oficiales, tenemos que del año 2020 al 2022, la población en situación de pobreza paso de 55.7 millones de personas a 46.8; lo que representa una reducción de 8.9 millones pobres. Así lo consigna el Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

Lo llevado a cabo es trascendente dado que personas y  familias remontaron su condición pero también debido a que se marca la diferencia en cuanto a reducción de la pobreza con relación a los sexenios PRIANISTAS de VICENTE FOX QUESADA, FELIPE CALDERÓN HINOJOSA y ENRIQUE PEÑA NIETO.

En ese sentido, el Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR expresó: “Hay menos pobreza y menos desigualdad en nuestro país; eso es un gran logro. Creo que el objetivo principal de cualquier gobierno es logar la justicia y la felicidad del pueblo y por eso estoy contento”, dijo en su momento.

Sin duda hay más puntos para destacar durante la presente administración, por ejemplo lo del aumento al salario mínimo, la generación de empleos, la entrega de becas a estudiantes de diversos grados educativos, el apoyo a personas con capacidades diferentes, madres de familia y adultos mayores, entre otros.

En  inversión igual se sobresale y ni que decir de la recuperación de bienes estratégicos de la nación, caso de el petróleo, la electricidad y el gas, que tendían a la privatización.

Lo anterior impulsa al cambio profundo ya que es condición central  tener  control e independencia con respecto al patrimonio y uso de los recursos con que se cuenta.

Y es que resulta contradictorio hablar de la Revolución si continuamos siendo dependientes de los centros económicos mundiales que, por lógica, tratarán de aplicar sus doctrinas y planes a las naciones que mantiene bajo su “protectorado”.

Dese luego que no se puede vivir aislados pero la relación debe ser de interdependencia lo que implica colaboración e intercambio pero no pérdida de soberanía.

Las evidencias muestran que se va por el camino correcto, en cuanto a la economía y el aspecto social, lo que deriva de un adecuado manejo político del país.

Sin embargo, hay aspectos que ameritan su atención para que dejen de ser frenos a la transformación que se requiere.

Cabe señalar que esta pendiente lo de la seguridad en el país, algo que no es cosa menor. Porque el crimen organizado tiene que ver con la violencia e inseguridad y, por tanto, con la impunidad, lo que impide que se haga justicia y ello pone en riesgo el proceso democrático.

Veámoslo desde éste ángulo. No puede, ni debe  minimizarse que  tanto millonarios del país y  grupos delincuenciales maniobran para meter recursos a las campañas políticas con el objetivo de incidir en los comicios, incluido el de la presidencia de la República.

¿Acaso esto no tiene que ver  con los ideales por los que se dio la Revolución? Por supuesto que sí.

El riesgo de la compra de votos y otros adefesios persiste y   esto va en contra del sufrago efectivo.

Además, aún con programas sociales orientados a favor de los  jóvenes las agrupaciones criminales tienen en dicho segmento poblacional a sus prospectos a enganchar e integrar.

Tampoco esto es revolucionario sino más bien un sesgo al proceso de cambio que debería de darse con la participación de los jóvenes.

De ahí que sea pertinente ver lo de la celebración del gran   acontecimiento histórico de México,  que inicio en 1910, para mencionar algunos logros que se han alcanzado en el presente sexenio y señalar  inercias que se enfrentan y que lejos están de ser un invento sino un peligro para la democracia.

AL CIERRE

El Gobernador, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, acudió al registro de la precandidata a la Presidencia de la República, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO.

Así se demuestra el apoyo del mandatario, en su condición de morenista, a fin de que haya continuidad en el ejecutivo federal.

“Tu compromiso con el pueblo, con lo que es justo y con el futuro que nuestro país se merece, te impulsará naturalmente a lograr cualquier objetivo anhelado”.

“Claudia Sheinbaum será una gran representante para un México y un # Tamaulipas más fuerte de oportunidades”, escribió AMÉRICO en redes sociales.