Miles de británicos pasan este jueves por la capilla ardiente instalada en el palacio de Westminster de Londres para dar su último adiós a Isabel II, la que ha sido su reina durante las últimas siete décadas.
Hay filas kilométricas para acceder a la sede de las cámaras parlamentarias del Reino Unido, donde los restos de Isabel II, muerta el pasado jueves con 96 años, reposarán hasta el próximo lunes, cuando se oficiará su funeral de Estado.
Las autoridades de Londres han preparado el terreno para acoger una fila de hasta 16 kilómetros a lo largo de la ribera sur del río Támesis, si bien al abrir la capilla ardiente, el miércoles por la tarde, la cola era de unos 4 kilómetros, según el seguimiento en vivo que ofrece el Ministerio de Cultura.
Se han instalado lavabos portátiles a lo largo del recorrido y movilizado a 1.500 efectivos del Ejército para colaborar en la organización del multitudinario evento.