AGENDA PÚBLICA
De transiciones a transiciones
Por Salvador Leal Luna
Antes; es decir del 2016 hacia atrás todo era bonito. Porque quienes llegaban al poder era solo un partido y me Refiero al Partido Revolucionario Institucional, que era el que manejaba el estado, tenía en el control del poder ejecutivo, judicial y legislativo, además, la mayoría de Ayuntamientos locales.
Sin embargo, en el 2016 donde aún gobernaba el PRI con el bigote de morsa, sí, Egidio Torre Cantú, Tamaulipas, cambio, porque en ese sexenio priista, entrego el poder al Partido Acción Nacional, además de que ese partido tricolor venía arrastrando ya un deterioro, pero que Egidio, le dio la puñalada trapera, al entregar el poder a Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
La transición no fue problema, porque Egidio le hizo al demócrata. En aquel entonces el PAN, gano la gubernatura, el Congreso del Estado y la mayoría de Ayuntamientos, dejando al PRI olfateando el polvo nada más.
Aquí hago mención que esos tres meses que quedan de un gobierno saliente y otro que entra. Me refiero a Torre Cantú y Cabeza de Vaca, fue todo color de rosa, ya que este último manejaba el gobierno saliente, al mandar iniciativas al Congreso del Estado, por órdenes de Egidio, como fue la reforma a la Ley interna del ahora extinta Procuraduría de Justicia, todo para quitarle “ser tamaulipeco”.
En ese entonces, el Congreso del Estado, manejado por mayoría absoluta del PRI y a cargo de Ramiro Ramos Salinas, no hizo nada y tuvo que aceptar las órdenes no de Egidio, sino de Cabeza de Vaca, para aprobar esa acción legislativa que se hizo con los priistas, porque en esa 62 legislatura, los panistas solo tenían 10 curules.
Por eso, hay de transiciones a transiciones, aquí el gobernador electo de aquel entonces, maneja ya al saliente, daba órdenes, como fue también dejar en la congeladora las cuentas públicas de Carlos Canturosas en Nuevo Laredo, Leticia Salazar en Matamoros, como de Lazara Nelly en Villa Mainero, pese a que venían positivas en aquel tiempo.
Todo esto, se hizo en esos tres meses que se dan como tiros de gracia de un gobierno saliente y un entrante. Así es como se llevó este cambio de poderes de Egidio Torre del PRI y Francisco Javier García Cabeza de Vaca del PAN, en Tamaulipas.
Hoy el cambio de poderes o de transición es totalmente diferente, donde le toca a Cabeza de Vaca entregar el poder y dárselo a Américo Villarreal de Morena, pero con serias diferencias que se han dado desde las pre-campañas, compañas y en esta transición de tres meses, donde se han dado hasta con la cubeta.
Por eso, hay de transiciones a transiciones, aquí el gobierno entrante no ha tenido ninguna injerencia, con el saliente, por el contrario, han sido de dimes y diretes, nada más y veremos cómo termina, porque las aguas están más que turbias, por este cambio de poderes en el Estado.
Sin embargo, hay diferencias, porque el gobierno de Villarreal Anaya, no cuenta con la mayoría de Ayuntamientos y el Congreso, está en una estira y afloja, no hay mayoría absoluta y esto, pone en riesgo, no la estabilidad del Gobierno, sino del pueblo de Tamaulipas que ha tenido que sufrir las consecuencias de los partidos políticos, sus representantes populares y de los funcionarios públicos y sino creen para el baile vamos.
Por lo pronto, estamos viendo una transición, distinta a hace seis años, donde el PAN llego por el hartazgo de 80 años del PRI y hoy MORENA, llega por el hartazgo de seis años del PAN. Qué casualidad.
Por hoy es todo.
HASTA LA PRÓXIMA.
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