Del Abogado Amigo

¿Adiós al Fuero?

Luis Torre Aliyán


Existen estudios de la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica que señalan que un alto porcentaje de mexicanos está a favor de quitar el fuero a funcionarios.

Es cierto que la figura del fuero de origen tenía una función genuina: inmunidad a ciertos servidores públicos para no distraerlos del ejercicio de sus funciones (repito: inmunidad, no impunidad).

Esto es, el sentido del fuero era (lo es aún teóricamente) proteger la función de ciertos servidores públicos de alta relevancia, para que no pudiera procederse penalmente contra ellos sin antes autorizarse que así ocurra.

El problema es, que esa inmunidad que consiste en proteger la función que desempeña el sujeto – no al sujeto en sí mismo-, se ha convertido en un mecanismo de impunidad.

Creo, incluso, que si hubiera una consulta ciudadana sobre el tema, una gran mayoría votaría a favor de que se eliminara el fuero, de hecho este Abogado Amigo votaría favorablemente, eso sí, con condiciones que garanticen no vulnerar el estado de derecho, ni principios constitucionales básicos como la presunción de inocencia y el debido proceso.

Hay que estar atentos, el presidente López Obrador ya ha enviado diversas iniciativas encaminadas a la eliminación de privilegios de la alta burocracia, seguramente al arrancar el periodo ordinario de sesiones que empieza la siguiente semana, enviará la relativa a la eliminación del fuero.

Si así resulta será sin duda un gran pasaje de estudio, análisis y discusión en el Congreso de la Unión.

Desde mi punto de vista, el gran subtema para la reflexión, es que funcionarios inocentes pero contrarios al partido en el poder podrían ser

acusados y sometidos a proceso sin que puedan protegerse ante un uso faccioso de las instituciones de procuración de justicia; considero que precisamente en pulir ese punto residirá el éxito o fracaso de la iniciativa, si es que la envía el Presidente.

Que no vayamos pues de un extremo a otro: de la inmunidad procesal que se vuelve impunidad, al libertinaje jurídico que se vuelve abuso del poder.

Debe encontrarse un equilibrio, pero definitivamente es importantísimo quitarle ese caparazón al corrupto.

Lo seguiremos platicando…