Ya no hay pretextos para el gran juez
Luis Torre Aliyán
Durante la semana conversaba con una colaboradora cercana, me hacía unas preguntas, pero no a Luis el político, sino a Luis el abogado.
En particular me preguntó sobre la justicia, y sobre el papel del Juez en la misma, y más allá de lo que técnicamente le contesté, concluimos que es el que decide quién tiene la razón cuando dos partes se enfrentan en juicio.
Les platico como reflexión dominical, que esto nos llevó a hablar de que en política, el gran juez sobre el trabajo de cada servidor público, es la gente.
Uno podrá considerarse que lo hace bien o no tan bien, y otro que es más efectivo que aquél, y que “A” es más trabajador que “B”, o que guinda es más sensible que azul, o viceversa; pero, al final, quien percibe, quien realmente se da cuenta, es el pueblo.
Considero que de hace ya tiempo atrás los ciudadanos no votamos por los partidos sino por las personas, y es justo eso lo que no debemos perder de vista quienes participan o participamos públicamente.
Entonces, en definitiva, así como en en los tribunales el gran juez decide cual de las partes tiene la razón, en política el gran juez, que es la gente, decide qué hacer; por quién ir; de qué lado estar, a quién castigar.
Hoy que derechos humanos básicos están en riesgo, pues la pandemia ha exhibido las limitaciones de muchos gobernantes, ya no hay pretextos para el gran juez: tiene que ser éste quien seleccione, vigile, pida cuentas y, en función de ello, decida sobre el ascenso o la degradación de sus líderes.