Las falacias de outsourcing
Dr. Fernando Arriaga Martínez
En los últimos meses los legisladores han manejado mucho el término del outsourcing. Para el común de la población es un término nuevo, o por lo menos que no entendemos del todo.
Pues bien, el mencionado outsourcing también llamado subcontratación, no es otra cosa, más que distribuir algunas actividades que realizan las empresas, y en lugar de contratar a personal de la empresa como empleados para que las realicen, se les contratan a organizaciones que podríamos decir les brindan el servicio con el agregado de que tienen cierto grado de especialización. Por ejemplo, las empresas que se dedican a la compraventa de bienes y servicios, verbigracia, los supermercados, en lugar de contratar por su cuenta a personal de intendencia que ejerzan esas funciones, las cuales no es su especialización, hacen acuerdos con instituciones que conocen mejor esa materia y pues a través de ellos, tienen personal de limpieza que hace esas labores.
Son los empleados que vemos, por citar un ejemplo, con mandiles que los identifican con empresas que no son necesariamente en la que están laborando.
Hasta aquí todo está muy bien y es lógico, ejemplo, yo soy una empresa que me dedico a vender automóviles y por lo tanto los conocimientos que tengo son de la compraventa de bienes móviles y no precisamente, controlar al personal de limpieza. Digamos que ese tipo de operaciones se las podemos contratar a empresas que son especialistas en el ramo.
Todo esto es muy natural y hasta cierto punto producto de las operaciones normales de empresas comerciales que desean brindar un buen servicio a sus clientes.
El problema que nos ocupa ahora es que la forma en la que se les controla a los trabajadores que realizan estos servicios, no es del todo justa.
Se ha descubierto que esas empresas de outsourcing contratan a trabajadores por un sueldo determinado y registran en el Seguro Social un sueldo más bajo que el que realmente perciben. La ventaja es que los verificadores del IMSS, no pueden
encontrar a los trabajadores en el lugar de trabajo porque se encuentran distribuidos en las diversas empresas con las que se tiene contrato.
Agotando este tema de la auditoría de trabajadores cotizando en el IMSS, el mismo sistema de trabajo, vuelve muy complejo su control por parte de la autoridad.
La autoridad fiscal, entiéndase SAT, ha impuesto a las empresas que contraten servicios de outsourcing una retención de 6% de IVA para desincentivar esta práctica que la propia autoridad se muestra incapaz de controlar. Como muchas otras acciones que ha hecho el actual Gobierno Federal, al verse incapaces de controlar las evasiones fiscales, imponen aranceles que puedan compensar su incapacidad para controlar a las empresas en el pago de sus impuestos.
El Instituto Mexicano de Contadores Públicos ha manifestado la confusión que ha provocado entre los empresarios el pago de este impuesto.
Para poner en perspectiva este asunto, podemos decir que esta industria de la subcontratación brinda, como lo establece Elena Achar directora de Asuntos Públicos de TallentiaMX, oportunidades de trabajo a miles de mexicanos y además robustece la competitividad de las empresas ya que contribuye a disminuir la brecha de competencias entre el mercado laboral y los empleados que no cuentan con las habilidades requeridas para integrarse a la cadena productiva económica.
Actualmente la cantidad de trabajadores en el mundo que obtienen su forma de vivir a través de estos mecanismos de tercerización son de alrededor de 250 millones de personas, esta industria aporta a la economía mundial, alrededor de 100 mil millones de dólares, esto no es poca cosa.
La verdad de las cosas es que en lugar de querer reprimir u obstaculizar el empleo de miles de mexicanos que no reúnen los requisitos para ingresar a empresas bien conformadas, deben de obligar a las empresas de Outsourcing a respetar la ley en todos sus ámbitos y no simplemente desentenderse del problema y al estilo de la 4T, prohibir la existencia de estas organizaciones que finalmente le dan trabajo a miles de mexicanos y quiéranlo o no, aportan impuestos al país.
Lo que se requiere es que la autoridad sea más proactiva y organizada y meta en cintura a estas empresas, que de todas formas pagando impuestos obtendrán utilidades que es lo que finalmente están buscando.
No es por ahí señores de la Administración Pública Federal como se le ayudará al pueblo a vivir su nueva revolución. Es con eficiencia y trabajo inteligente como se lograrán los resultados. No es escondiendo la cabeza en la arena como se podrán lograr arreglar los problemas nacionales que se les vinieron de montón a los soñadores administradores de la Federación.