HAMBRE POR EL DINERO
Por Juan Antonio Montoya Báez
En Tamaulipas se vive un boom con el crecimiento de empresas dedicadas a los préstamos o agiotistas, que pomposamente se llaman Casas de Empeño.
Son una especie de compañías que auxilian en caso de un apuro, pero solo lo resuelven de manera momentánea, pues al final terminan exprimiendo hasta el último peso a los usuarios al cobrar altos intereses a cambio de sus bienes.
Hay empresas que prestan a cambio de automóviles u otro tipo de bienes, que van desde joyas, aparatos electrodomésticos y deportivos.
Los prestamos son irrisorios, apenas un 20 por ciento de su valor real y los más asiduos clientes de estos negocios son la clase más desprotegida, como la media baja o baja, que acuden a las casas de empeño en busca de una solución para una emergencia, pero terminan hundiéndose.
Una gran parte de los ciudadanos que son usuarios de las casas de préstamos, tienen la desgracia de vivir eternamente endeudados debido a que los pignoraciones se otorgan siempre con intereses por arriba del mercado.
Muchas de las empresas cobran intereses altos y se aprovechan de las personas que viven en situación económica apremiante y que no pudieron solventar una situación de emergencia, por lo que utilizan los servicios de las casas de empeño.
Los datos de la Profeco y la Asociación Nacional de Casas de Empeño, establecen que los ciudadanos que acceden a préstamos prendarios, tienen que enfrentar tasas de interés que pueden llegar al 372 por ciento, convierten las deudas en impagables.
En plena crisis económica y agudizada en la cuesta de enero, la Profeco anuncia que en el 2019 se incrementaron en un 60 por ciento la instalación de las casas de empeño y ya son 239 empresas registradas que se dedican a recibir bienes y posteriormente ponerlos a la venta.
Fueron 47 nuevas empresas las que se instalaron en los principales municipios, siendo ciudad Victoria donde mayor crecimiento se registró, lo cual no es nada sorprendente.
Esta capital tiene una economía burocratizada, pero con los cambios de administración los recursos públicos dejaron de circular por sus calles.
Los recursos cambiaron de mano y el desempleo creció de manera alarmante y muchos de los afectados viven al día y tienen que utilizar sus servicios.
Normalmente los dueños de las casas de empeño no tienen empacho en caer en prácticas, la usura y cualquier abuso que cometen en contra de sus usuarios no les importa, cuando es el camino a la riqueza sin miramientos morales.
De acuerdo a la Conducef, las tasas de interés anuales de las casas de empeño oscilan entre el 42.6 por ciento y el 371.7 por ciento, mientas que las tarjetas de crédito oscilan entre el 40 por ciento.
Uno de los mayores usureros de Reynosa, se llama JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, el enlace de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en Tamaulipas y quien es propietario de una de las casas de empeño más abusivas de esta ciudad fronteriza.
Es dueño de Prestorey, con la que gusta jugar a lo seguro al grado de que presionó a los Ayuntamientos de esta ciudad para que aceptaran colaborar con su negocio.
A través de Prestorey, los trabajadores municipales tenían acceso a préstamos con intereses leoninos, por acuerdos que firmaron en los trienios de PEPE ELÍAS y que pretendían alargarse con la alcaldesa MAKI ORTIZ.
JR no tiene escrúpulos cuando se trata de dejarse llevar su hambre por el dinero, sobre todo en la cuesta de enero. Vino por todo y de todo se llevará.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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