EXPEDIENTE

“AMLO hizo mueca de fastidio”: GGR

Por Azahel Jaramillo H.


Uno.- Guillermo Gutiérrez Riestra, del Colectivo de Familiares y Desaparecidos de Tamaulipas reveló el domingo una expresión y unas palabras que tuvo el Presidente Andrés Manuel López Obrador en su visita este fin de semana nuestro estado.

Gutiérrez Riestra, en su cuenta de Facebook, narra que “cómo se como se adelantó el evento me tuve que ir solo y le entregue la carta y le dije soy del Colectivo de Familiares y Desaparecidos, hizo una mueca de fastidio, pensé pobrecito anda cansado o molesto por alguna razón”.

El abogado Guillermo, quien junto a su familia padece desde hace unos siete años de sufrir la desaparición de su hija Raquel siendo esta una jovencita, agrega en su narración: “Hace rato una compañera de San Carlos que también decidieron abordarlo, me escribió lo siguiente: Buenas …tardes lic le entregué una carta al Presidente pidiendo justicia por mi hermano que era comandante de la policía municipal de aquí de San Carlos… resalté ese punto y claro que para todos los desaparecidos y que haga que se obtengan resultados que la violencia se vive en carne propia. Y cuando salió le pedí que resuelva lo de nuestros desaparecidos y dijo “si pero es más importante lo del agua de San Nicolás”, me sentí ignorada eso para mí dice mucho. Que a él no le importa el dolor de nadie Licenciado no bajemos la guardia vivos se los llevaron vivos los queremos.

El padre de la desaparecida jovencita Raquel precisa que Alejandro Encinas y otros funcionarios de la 4T han incumplido los acuerdos que dicho Colectivo tuvo en Palacio Nacional. Y resume con sus propias palabras: “dos hechos relevantes uno nuestro presidente vino a afirmar que la violencia bajó en Tamaulipas, y de paso nos ignora, esto no tiene el propósito desacreditar al presidente, en caso que tenga buenos propósitos como así lo a manifestado, entonces estará mal informado o sus operadores privilegian exaltar mas la falsedad de que aquí no pasa nada señor presidente”.

Dos.- Pues ahí tienen que el Presidente de la República tuvo en su visita de fin de semana al estado algunas expresiones populistas, muy al estilo del Presidente Nicolas Maduro: “¡Al carajo la delincuencia!, ¡fuchi!, ¡guacala!”

En primera fila, festejando, y aplaudiendo sonriente las expresiones presidenciales, se encontraba el senador doctor Américo Villarreal Anaya.

Villarreal Anaya, hijo del ex Gobernador Villarreal Guerra, esperemos ya haya adquirido eso que se llama “sensibilidad social”. Y es que cuando se desempeñó como director del Hospital General de Ciudad Victoria, aun carecía de esa característica. Era entonces Gobernador Manuel Cavazos Lerma. Una familia del municipio de Ocampo requería –ya dado de Alta— llevarse a su familiar a casa. Pero no tenían 300 pesos parta finiquitar su adeudo con el hospital… ya habían entrado ya en pánico pues su pariente seguía internado pues la cuenta iba a seguir incrementándose cada día que siguiera permaneciendo hospitalizado… ya sin necesidad pues ya había sido dado de alta… pero se requería del pago de 300 pesos.

Entonces una Trabajadora Social abordó al Director Américo Villarreal Anaya, cardiólogo de especialidad, y le expuso la situación de la familia de Ocampo.

Se trataba de “condonar” el pago de 300 pesos. Un doctor Américo Villarreal Anaya hijo de ex Gober, todo perplejo  le dijo a la Trabajadora Social: “Pero Laura… yo no puedo creer que esta gente no tenga 300 pesos para dar de alta a su familiar”.

Serena, la Trabajadora Social, le respondió: “Doctor…estas gentes no tienen ahorita 300 pesos. Ya han gastado mucho, vienen de Ocampo, se quedan a dormir en una camioneta vieja que tienen estacionada afuera del Hospital, comen lo que pueden… no tienen 300 pesos, doctor”.

Tras meditarlo unos segundos, el cardiólogo Villarreal Anaya, entre incrédulo y dudoso, dijo las palabras mágicas: “Esta bien, ¡que les condonen el pago!”

Y es que el director Américo Villarreal Anaya, nieto de la dueña de una gasolinera ubicada en el 8 Bravo de Ciudad Victoria e hijo de ex senador y de ex gobernador, vivía como muchos en un lindo y muy feliz mundo de caramelo, como bien dice la canción:  “Quiero un mundo de caramelo/Donde todo sepa mejor/Y ese niño que llevo dentro/ Se me escape del corazón. Pa’ que jueguen con sus amigos/ Y se ria con todo el mundo/Que la risa de todos los niños /Es la música del amor/Hazme un mundo de caramelo /Llena el aire con algodón/Que los dulces caigan del cielo/Las estrellas piñatas son. De repente las alegrías/Se me antojan de corazón/ Si me como a besos la vida/Chocolates los sueños son.

Bueno, la anécdota es ya es vieja pero verídica. Esperemos el cardiólogo Américo ya tenga corazón. Y eso que se llama “sensibilidad social”.   NOS VEMOS.

Azahel Jaramillo Hernández