Agencias
El 18 por ciento de los niños en edad escolar tienen dificultades para desarrollarse por completo al interior de las aulas de clases, ya que necesitan algún tipo de apoyo visual, revelan datos de la Secretaría de Salud.
De acuerdo con el estudio, la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo (errores refractivos) son problemas frecuentes entre la población infantil y afectan a 10 por ciento de los niños en etapa preescolar y hasta al 20 por ciento en edad escolar.
El daño es tal que tres de cada cuatro fracasos académicos están relacionados con una visión deficiente, refiere el documento.
El optometrista Miguel Pérez dijo que si se acude con un especialista se puede identificar cualquier tipo de error refractivo, a través de un examen de la vista, y y recomendar el auxiliar visual que se adapte a las necesidades del niño.
De ahí que sugiere a los papás poner atención en los comportamientos de los menores, pues puede haber un problema de aprendizaje cuando un niño tiene inconvenientes para mantener una visión nítida en un punto cercano durante el tiempo necesario para desempeñar una tarea.
También sucede que es diagnosticado por error con déficit de atención o dislexia, debido a que los comportamientos llegan a ser iguales, empero, no lo son en tratamientos, expuso.
“Debido a que los menores no saben identificar por ellos mismos los signos de una mala visión, los padres y maestros deben estar alerta de las diferentes señales que se presentan, como baja comprensión de lectura, mala escritura a mano, dolores de cabeza, ojos rojos o llorosos, distracción y mal rendimiento escolar”, insistió.
El especialista remarcó que es necesario poner énfasis en esos síntomas porque tienden a agravarse con el tiempo y dificultar frenar el desarrollo de los menores.
Refirió que cuando el menor pasa largos periodos frente a la pantalla de la computadora, un teléfono inteligente, un juego de video u otro tipo de dispositivos pueden desarrollar el síndrome visual informático (fatiga visual).
De ahí la importancia de tener protección ante la luz azul artificial, enfatizó el experto, quien recomendó acudir con un especialista para considerar un antirreflejante para desviar las ondas de luz de alta energía y disminuir el cansancio y estrés visual digital.