SALGADO MACEDONIO EN NADA AYUDA A SU JEFE
Por Carlos Gerardo Cortés García
Un nuevo frente abrió el Movimiento de Regeneración Nacional contra el Partido Acción Nacional, por la discusión en torno al impacto que tendrán los «Super Delegados» al federalismo constitucional, frente que en lo personal me pareció innecesario y hasta irrelevante.
Este fin de semana que recién terminó, el tema fueron las estridentes declaraciones del Presidente de la Comisión de la Defensa Nacional del Senado de la República, el morenista Félix Salgado Macedonio, quien aseguró que los gobernadores que no se ajusten a los nuevos lineamientos constitucionales, desde el Senado se les puede dictar la desaparición de poderes, en respuesta al desplegado publicado y firmado por los gobernadores emanados del Partido Acción Nacional, quienes rechazan quedar supeditados a la figura de los coordinadores estatales, ya que quedan junto con los fiscales como “meros invitados”. Una declaración sin sentido que más parece una amenaza para los gobernadores que según Salgado Macedonio no se “alineen a los deseos del presidente”, “advertencias” que no deben existir en una sociedad con un gobierno que presume de ser democrática.
“Ningún gobernador, de ningún estado de la República podrá oponerse al mandato constitucional. Todo esto está por ley. Hay que recordarles a los gobernadores que en el Senado es donde se discute, se analiza la viabilidad de nuestras leyes y que somos garante del cumplimiento de ellas”. Esto aseguró literalmente Félix Salgado Macedonio, quien me parece no le ha medido el agua a los camotes o no ha entendido que para lograr un mejor país hay que sumar y multiplicar y no restar y dividir, como él lo está haciendo.
Estas estridentes declaraciones en nada abonan a la gobernabilidad del país y tampoco le ayudan a su jefe, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador. Me parece que la posición del Senador Salgado Macedonio no es una posición inteligente, no es una posición políticamente correcta y suena más a una lamentable afirmación que no ha analizado con madurez el escenario nacional y no ha medido el impacto de las consecuencias de sus amenazas. Y hay que recordarle al legislador morenista que en este momento no es protagonista de una película de bajo presupuesto.
Si bien es cierto que la desaparición de poderes es una facultad del Senado de la República, que le permite declarar que han desaparecido todos los poderes constitucionales en un estado de la República y disponer la intervención federal para subsanar los trastornos graves que hayan provocado esa situación, también es cierto que los únicos dos episodios en los que fue aplicada en la historia de esta normatividad: en el estado de Guerrero en 1960-1961 y en el estado de Hidalgo en 1975.
Esta facultad, otorgada por el artículo 76 de la Constitución de 1917, se dio en la práctica un instrumento de control del régimen autoritario que gobernó a México durante el siglo XX, pues servía a los presidentes para suprimir gobiernos estatales cuyas acciones rompían el orden constitucional, ponían en riesgo la gobernabilidad o desafiaban la autoridad presidencial. Y es impensable su aplicación en un régimen democrático como el que se presume entrará en funciones el próximo primero de diciembre. Y tratar de aplicar esta medida como venganza política será un mal mensaje a la sociedad mexicana y al mundo.
Sin embargo, Alfonso Durazo Montaño, el futuro secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, aseguró que la desaparición de poderes en México es historia, porque los estados no estarán supeditados a los super delegados y son soberanos.
“Los gobernadores y los estados son soberanos y no pueden someterse a ninguna autoridad”, expresó Durazo Montaño, quien explicó que van a construir con los mandatarios estatales mecanismos de coordinación para dar mayor eficacia en el combate a la inseguridad, que es una preocupación del gobierno federal y de los gobernadores.
Esta posición del sonorense se dio posterior a un encuentro con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, al que también acudieron José Rafael Ojeda, futuro secretario de Marina y Luis Crescencio Sandoval, futuro secretario de la Defensa Nacional, así como Alejandro Encinas, futuro subsecretario de Derechos Humanos y Población de la Secretaría de Gobernación, y Zoé Robledo, subsecretario de Gobernación.
Y me queda claro que Durazo Montaño se empeña en convertirse en un factor de unidad y de soluciones consensadas que busca sumar a los gobernadores del país, todos, sean emanados del partido que sean, en la construcción de un México mejor, buscando abonar a una buena relación entre su jefe y todos los factores políticos de la nación. Y en esa búsqueda se vale también el disenso, pensar diferente, pero siempre al margen de la Ley y siempre con respeto, lo que no parece entender el senador Salgado Macedonio.
Reitero. Lo que este México de hoy requiere son buenos mensajes que abonen en el fortalecimiento de la democracia nacional, que sumen las voluntades de los gobernadores y del presidente de la república y que ayuden en la búsqueda de nuevos y mejores escenarios para el país y sus ciudadanos. Y mientras la amenaza de Salgado Macedonio abona al rompimiento, las declaraciones de Durazo abonan a la construcción. Dos posturas antagónicas sobre el mismo tema. ¿Usted por cual se suma?
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