HUMO BLANCO

CAMBIAR PARA NO SEGUIR IGUAL

Por Clemente Castro González


Las nuevas generaciones deben conocer la historia, para empezar la de México, a fin de que entiendan el proceso que nos llevó a conformarnos como nación y el desarrollo que hemos tenido hasta llegar a la etapa en la que nos encontramos.

El comentario viene a cuento porque hoy recordamos o celebramos el inicio de la Revolución Mexicana, uno de los grandes movimientos sociales que se han dado a nivel internacional.

Indispensable saber lo que sucedió y su derivación para que no se vuelvan a cometer los mismos errores y volvamos a vernos en una guerra interna.

Aunque lo que sucede en la actualidad, dada la presencia de grupos delictivos, nos coloca en una situación en la que al  Estado no le queda de otra que hacer uso legítimo de la fuerza para controlar las expresiones de violencia que se presentan.

Por supuesto que no se trata de una Revolución sino de una confrontación entre criminales debido a la disputa de territorios para la realización de negocios ilícitos. Se trata de control y dinero en modo alguno de ideología o de reivindicaciones sociales o políticas.

El movimiento armado revolucionario fue en contra del mal gobierno y con una serie de exigencias de los sectores pobres y sojuzgados.

Fueron varias las causas que motivaron el levantamiento de millones de compatriotas en contra de un sistema opresor, en forma principal la exigencia de democracia y de justicia social.

Esto se dio porque existieron las condiciones para ello, en tanto que los explotados no tenían nada que perder y, a la par, surgieron lideres que supieron canalizar el descontento de los sectores marginados, caso de los campesinos y obreros.

Al triunfo de la Revolución se lograron avances notables a favor de los desprotegidos pero no se concreto del todo  lo que contenía el programa de lucha. De hecho hay quienes hablan de algo que fue interrumpido.

Y en efecto, la brecha entre pobres y ricos se ha ensanchado, debido a la mala repartición de la riqueza existente en el país.

Aunado a esto se tiene que el campo, al menos el sector social, se encuentra en estado crítico debido a la falta de apoyos efectivos y dada la “reprivatización” del mismo.

Con respecto a la democracia, cuando menos ya se esta en la antesala de la creación de los mecanismos que impidan la manipulación de los electores y el fraude, en sus diversas variantes.

Un avance significativo se acaba de dar al reconocer el triunfo en la elección presidencial, de un candidato cuyas postulados son de izquierda moderada el cual representa una variación a lo que venía ocurriendo en cuanto a la conducción del ejecutivo federal.

Propios y extraños saben que, en el pasado reciente, se concretó una especie de bipartidismo de corte neoliberal.

Recordemos que fue JOSÉ LÓPEZ PORTILLO, el que se asumió como el último de los presidentes emanado de la “Revolución”.

Desde luego que es cuestionable su afirmación pero desde  MIGUEL DE LA MADRID HURTADO para adelante, hasta ENRIQUE PEÑA NIETO, el modelo económico implementado ha sido por demás injusto.

Entre los fenómenos que distinguen, en general,  a las gestiones de mandatos revolucionarios y neoliberales se encuentra la corrupción, cuya práctica se documenta en unos y otros.

La corrupción viene de tiempo atrás y fue notoria en los sexenios de LÓPEZ PORTILLO y ni que decir en el de  DE LAMADRID HURTADO, pese a su cantaleta de la llamada “Renovación Moral”.

Pero tampoco se quedaron atrás CARLOS SALINAS DE GORTARI, ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEÓN, VICENTE FOX QUESADA, FELIPE CALDERÓN HINOJOSA y el actual mandato de PEÑA NIETO, que ya casi de va.

Se supone que se entrará, a partir de diciembre, a una nueva etapa que retoma aspectos que tienen que la justicia social y  nacionalismo “revolucionario”, frente al dominio que se ejerce desde el extranjero en aspectos básicos de nuestra economía.

Además, lo que se plantea es un combate permanente en contra de la corrupción y recuperar principios y valores que deben observar los servidores públicos, verbigracia el de medianía “juarista”.

En el paquete de transformaciones que se pretende realizar se encuentra profundizar en la democracia, mediante la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones a través de las consultas.

Se sabe que igual se pondrá en práctica la revocación del mandato entre otras medidas para hacer efectivo o al menos intentarlo, el mandato del “pueblo”, no solo mediante las elecciones para elegir a representantes a cargos de elección popular.

De manera que la “Cuarta Transformación” que enarbola el Presidente Electo, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR es un plan de cambios que se inscribe dentro de lo que podía tipificarse en calidad de  “revolucionarios”.

Conste que no estamos ante aspectos radicales sino de mejoras para que se reparta mejor la riqueza.

De lo que se trata, entendemos, es de cambiar para no seguir igual.

AL CIERRE

Los desfiles alusivos a la Revolución Mexicana en los municipios tamaulipecos se organizaron y llevaron a cabo dentro de la normalidad.

Se trata de una fiesta popular que va más allá de el cumplimiento de un protocolo.

El diputado federal,  ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO, inauguró oficinas de enlace legislativo en Madero y Altamira, éste lunes.

Al evento acudieron el alcalde de Madero, ADRIAN OCEGUERA KERNIÓN al igual que la senadora, MARÍA GUADALUPE COVARRUBIAS CERVANTES y el legislador CÉSAR AGUSTÍN HERNÁNDEZ PÉREZ, en representación de MARIO DELGADO CARRILLO, coordinador de la fracción parlamentaria del MORENA en la cámara baja.

Entre los asistentes se contó al alcalde de Aldama, JORGE GONZÁLEZ ROSALES y el presidente del Consejo de MORENA en Tamaulipas, ANTONIO LEAL DORIA.