TAMAULIPAS Y LOS GRANDES RETOS DE LAS CIUDADES
Por Carlos Gerardo Cortés García
Ayer fueron hasta el Congreso de Tamaulipas, y con la representación del titular del Ejecutivo del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca, el Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Gilberto Estrella Hernández y el Consejero Jurídico del Gobierno de Tamaulipas, Abelardo Perales Meléndez. Y ahí, en la sede del poder legislativo, hicieron entrega al presidente de la Junta de Coordinación Política, Glafiro Salinas Mendiola y a la presidenta de la Mesa Directiva, María de Jesús Gurrola Arellano.
El objetivo del acercamiento entre los representantes de ambos poderes, fue la entrega de la iniciativa de Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Tamaulipas, la cual será sometida al pleno para su discusión, y en su caso aprobación, para que entre en vigor a la brevedad.
Pero el tema de las ciudades no es menor. Y no hablo de Tamaulipas, sino de prácticamente todo el mundo, porque los temas son comunes y complejos y abordarlos conlleva grandes costos económicos y políticos.
Entre ellos, el primero de los grandes retos de las ciudades es la contaminación ambiental, la que día a día crece y se multiplica, debido a un mayor número de personas, vehículos, fábricas y diversas acciones que producen gases contaminantes. Pero, además, cada ciudad contribuye al calentamiento global, lo que es un serio problema irreversible ya en este momento, responsabilidad de la totalidad de quienes gobiernan la aldea global.
También, otro de los graves problemas es el tráfico vehicular y el transporte público, debido al creciente número de unidades motrices que cada día se integran al mercado vial. Y ello obliga a invertir más dinero en las carreteras principales y mejorar las infraestructuras de tráfico. Asimismo, otro de los serios problemas que presentan muchas de las ciudades “modernas” es un ineficiente e ineficaz servicio de transporte público. Y cuando se tienen tantos problemas de otro tipo, se tiene menos dinero para cosas “no tan primordiales”, como el mantenimiento de las carreteras y del transporte público.
No hay que perder de vista el problema de la recolección de la basura, también llamados residuos sólidos. La norma internacional asegura que cada persona generamos cada día un kilogramo de basura, y al tener una ciudad una población numerosa, la inversión en la recolección y disposición final de la basura es elevada, por lo que no se logra, en muchas ciudades, tener un servicio de recolección de calidad, lo que genera grandes cantidades de basura que son contaminantes.
En este escenario, no podemos perder de vista la marginalidad en las ciudades, lo que significa que la población que habita en ellas se distribuye según su capacidad económica. Y dependiendo de la zona donde se viva los precios del terreno varían. Las personas con menos recursos viven en las zonas más depauperadas, en las cuales se carece de servicios básicos como agua, pavimentación y alumbrado público, mientras que la gente con más dinero vive en el centro o en urbanizaciones con todos los servicios necesarios y hasta más.
Las modernas ciudades cuentan, lamentablemente, con cinturones de miseria en los que habitan las personas con menos recursos, y son zonas que están situadas a las orillas de las ciudades. Los cinturones de miseria son asentamientos irregulares que carecen de servicios públicos, precisamente por ser irregulares. Además, en estos lugares viven personas, que, por la misma carencia de recursos económicos, muchas familias son disfuncionales y sus miembros tienen problemas delincuenciales y sociales.
Pero el problema central de las grandes ciudades reside, me parece, en que muchos de las carencias y retos urbanos tienen que ver con la falta de recursos financieros de los gobiernos municipales, carencias que tienen que ver con un problema de recaudación tributaria. Es decir, los impuestos que cobran no son suficientes.
Durante la entrega de esta iniciativa al Congreso de Tamaulipas, el Consejero Jurídico del Gobierno del Estado asumió que la composición de los recursos financieros públicos que llegan a Tamaulipas, para el próximo 2019 se espera una bolsa de alrededor de cincuenta mil millones de pesos, el noventa y cinco por ciento corresponde a participaciones federales, lo que deja en claro que urge hacer un replanteamiento del Convenio de Coordinación Fiscal entre los diferentes niveles de gobierno.
Por ello es que urgen normas, proyectos, trazar rutas más o menos certeras y a largo plazo, que permitan planear el crecimiento de las ciudades, planificando y construyéndolas de acuerdo a la demanda de viviendas, de personas, de vehículos y diseñando escenarios, por lo menos a cincuenta o cien años, que permitan preparar a las futuras generaciones para los tiempos por venir.
Es muy claro que tenemos que convivir en la misma ciudad personas de diversas nacionalidades culturas, formas de pensar y de ver el mundo, familias de diversos niveles sociales, económicos y formativos y tenemos todos los mismos derechos a vivir con calidad y compartir la infraestructura urbana y los servicios que los ayuntamientos tienen la obligación de proveernos. Y ello sólo se puede lograr con reglas, normas muy claras y muy precisas que no sólo posibiliten la convivencia en un mismo territorio, ciudad o zona metropolitana, sino que la impulsen y alienta.
Y me parece, ese es el espíritu de esta nueva legislación que impulsa el Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Ahora esperemos la respuesta de los legisladores y la entrada en vigor de este nuevo ordenamiento.
Y de qué se puede mejorar la calidad de vida en las ciudades, se puede. Faltan recursos económicos, si es cierto; que falta espíritu creador y diligente por parte de muchos gobernantes, también es cierto; y de que los ciudadanos tenemos que generar una nueva cultura que nos permita vivir en comunidad, pero con calidad, también es cierto. Pero hay casos de éxito a nivel global que se deben revisar para entenderlos y poder poner en práctica esos secretos.
Como ejemplo, al día de hoy, estas son las veinte ciudades con mejor calidad de vida del mundo. Viena, capital de Austria; Zurich en Suiza; Munich en Alemania; y Auckland en Nueva Zelanda; Vancouver en Canadá; Düsseldorf y Frankfurt en Alemania; Ginebra en Suiza; Copenhague en Dinamarca; Basilea en Suiza; Sidney en Australia, Amsterdam en Holanda, Berlín en Alemania, Berna en Suiza y Wellington en Nueva Zelanda; Melbourne en Australia; Toronto en Canadá; Luxemburgo en Luxemburgo; Ottawa en Canadá; y Hamburgo en Alemania. Ninguna en América ni en Latinoamérica. Y entonces, me parece, hay que estudiar cada caso en particular y entender cuales fueron las acciones que las han llevado a alcanzar este reconocimiento. Y, entonces sí, buscar la forma de aplicarlas en nuestro país.
PD. 1. En la elección de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Armando Villanueva Mendoza, candidato a la Dirección, ha invitado a todos los alumnos y maestros de la Facultad a votar este día, en un proceso electoral que demuestre las ganas de la comunidad educativa que se quiere un cambio para mejorar. Mañana viernes, los resultados.
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