Matamorenses integrarán programa de gobierno de AMLO, en materia cultural
Como parte de los compromisos que se asumieron durante la campaña del hoy Presidente de la República Electo, Andrés Manuel López Obrador y para fortalecer el diálogo y la escucha, como una de las herramientas básicas para poder hacer un trazo de política pública que responda a las necesidades sociales regionales y locales, Matamoros fue sede de la mesa de trabajo “Cultura para la Paz y Convivencia”.
Para el desarrollo de ese tema, estuvo en esta ciudad la Dra. Lucina Jiménez López, integrante del equipo de transición en materia de cultura del próximo gobierno federal, quien agradeció al Presidente Municipal, Mario Alberto López Hernández el apoyo brindado para la realización de la citada mesa de trabajo, en la que participaron actores de la vida cultural de Matamoros y la región.
En su participación explicó que es importante reconocer la experiencia y las miradas que hay en todos los rincones del país y aquí estamos en una de las fronteras más importantes de nuestro México en donde sabemos que hay comunidades, hay colectivos juveniles, hay esfuerzos sociales ciudadanos para fortalecer la vida cultural.
Destacó que lo interesante de los foros que se están realizando a lo largo y ancho del territorio nacional, es que cada uno de ellos ha tenido una temática diferente, “es escuchar y sistematizar las propuestas ciudadanas como un ingrediente fundamental para la construcción del programa de gobierno.
En este caso agregó, vengo como integrante del equipo de transición en materia de cultura; la próxima secretaria de Cultura Alejandra Frausto Guerrero, será quien encabece la conducción de la política cultural del país, pero estamos iniciando un diálogo del ejercicio ciudadano y la mesa que desarrollamos aquí en Matamoros tiene una relevancia fundamental.
Porque se refiere al papel de la cultura en este proceso de transformación y de recuperación de la paz; de la formación de una educación para la paz y al mismo tiempo el restablecimiento de la convivencia basada en el respeto de la diversidad y a todas las prácticas culturales que fortalezcan el sentido de derecho cultural, pero también de derecho humano.