HUMO BLANCO

HUMO BLANCO

EL MANUAL “ALITO”

Por Clemente Castro González


No es algo extraordinario, único diríamos, lo de las expresiones ofensivas de ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS, todavía dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en contra de periodistas o de los empresarios a los que exigió “moches” para luego habar mal de ellos, muy al estilo de los mal agradecidos.

En realidad lo novedoso es que esto salga a la luz pública y que el jerarca partidista actúe con cinismo pese al daño que le causa a su partido y a la sociedad en general, debido a la evidente impunidad que hasta ahora lo arropa.

Sin duda que el grave error de “Alito” es haber perdido piso y descuidarse al grado de que “voyeristas auditivos” terminaron por gancharlo para acumular material incriminatorio que se difunde profusamente en redes sociales y medios convencionales.

De tal modo que, a estas alturas, el jerarca priista no desmerece para ser estrella en filmes y series de criminales, con el añadido de que lo suyo no es la personificación de un papel sino que se trata de la vida misma cargada de instintos primitivos.

Hablamos de una luminaria que crea y promueve, de manera involuntaria, el morbo y bajo contenido con lo que se alcanza altos niveles de audiencias, lectores y televidentes y se hace viral en redes sociales.

Ni más, ni menos que un figurón redituable y de moda entre los asiduos degustadores de episodios que exhiben las miserias humanas, adornadas con el infaltable lenguaje malsonante.

Pero no hay porqué rasgarse las vestiduras en tanto que se trata de algo ordinario; es lo que hace en lo oscurito parte importante de clase política tradicional de nuestros país, que se mueve entre la corrupción y el tráfico de influencias pese a los esfuerzos del gobierno federal para frenar tales adefesios.

Claro que es grotesco y reprobable escuchar o enterarnos de que un dirigente partidista se refiere con palabras vulgares a empresas de comunicación y periodistas, a los que se quiere matar de hambre o ejercer presión para que los despidan de medios de información, si afectan determinados intereses.

Lo que muestra Alito es la perversa actitud que arraiga en los potentados, los cuales actúan como hombres de horca y cuchillo.

Nos referimos a políticos broncos y catrines para los que mentar madres o armar estrategias es lo de menos con el fin de afectar la vida laboral o la credibilidad de los periodistas que se atreven a sacarles sus trapitos al sol.

Son los “todo poderosos” que en su actuar siguen procedimientos similares que bien podrían basarse en una especie de guía o manual al que podrimos bautizar como “Manual Alito”.

A propósito, no es descabellado mencionar que en Tamaulipas ello aplica, corregido y aumentado, en el presente sexenio.

Sucede que acá se hizo a un lado a los periodistas que resultaron incómodos y hasta se recurrió a la persecución fiscal con el propósito de ejercer presión en contra de ellos.

Cabe decir que el presupuesto gubernamental destinado a la publicidad y servicios de comunicación e información fue utilizado de manera selecta en beneficio de amigos, socios y de aquellos que mostraban su cercanía, hasta la ignominia, con el grupo panista en el poder.

Incluso se dice que el gobierno estatal tenía su propia agencia de publicidad, al menos un periódico y cualquier cantidad de portales para autofacturarse.

Es pertinente referir que hubo periodistas que tuvieron que salir del estado debido a que fueron víctimas de amenazas y que “nadie sabe, nadie supo”, de donde salieron. Se trata de un pendiente que sigue sin aclararse.

Con menor impacto pero no por eso indigno de citar tenemos que, durante la actual administración estatal, privo el desprecio hacia los trabajadores de la información a los que se les dio un trato marginal para doblegarlos.

Lo cierto es que MORENO CÁRDENAS no es un fenómeno aislado sino parte de un sistema que encarna lo más nefasto de una clase política que, por fortuna, esta siendo superada, así de manera lenta debido a los intereses que se mueven en la política.

Priva la esperanza de que en Tamaulipas se vuelva al camino del bien y se deseche el infame “Manual Alito” que todavía aplica.

RULETA

¿En serio los priistas van a seguir cargando en su humanidad a su impresentable dirigente nacional?
Se les agota el tiempo a los auténticos militantes y dirigentes del PRI para sacudirse tremenda inercia.
De no hacerlo el propio MORENO CÁRDENAS será el sepulturero de un histórico partido, debido a sus transas y ambiciones enfermizas de poder.

Los priistas tamaulipecos están obligados a marcar distancia por los desfiguros que hace el prócer tricolor. Pero igual mucho les ayudaría a recuperarse si se desmarcan de la pésima alianza que mantienen con panismo.

Claro que el dirigente y diputado tricolor, EDGAR MELHEM SALINAS, tendrá que actuar con finura porque puede pasar de aliado a perseguido político. Lo peor es que tiene el enemigo en casa.

AL CIERRE

El Alcalde de Victoria, EDUARDO GATTÁS BÁEZ, no solo facilitó el edifico de la Presidencia Municipal para que se entregue el apoyo federal a los adultos mayores sino que esta pendiente, de manera física, para lo que se ofrezca.

De hecho declaró que es la nueva manera de coordinarse con el Federación y lo propio hará con el Gobierno del estado, durante la administración de AMÉRICO VILLAREAL ANAYA.