HUMO BLANCO

NO SERÁ TAREA FÁCIL

Por Clemente Castro González


El hecho de que en el PRI se tenga una política de “borrón y cuenta nueva” para los militantes y dirigentes del tricolor que, en los comicios, optaron por apoyar otros proyectos políticos no significa que, en automático, éstos puedan regresar a su otrora instituto.

Y no se trata de aspectos ideológicos sino que no pocos de ellos se sumaron al Partido Acción Nacional (PAN) en donde colaboran en cargos menores y hay quienes hacen operación política cuando se les requiere.

Por ejemplo, ahí se tienen los ex alcaldes priistas, caso de ROBERTO BENET de Río Bravo o JOSÉ GUDIÑO CARDIEL de Jaumave y de no pocos ex colaboradores de OSCAR ALMARAZ SMER por mencionar algunos.

Sobre el tema de las deslealtades, en cierta ocasión nos entrevistamos a RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES, cuando estaba a punto de dejar la dirigencia del PRI y asumir su lugar en la cámara de diputados, luego de la demoledora derrota que sufrieron ante el PAN al perder la gubernatura, la mayoría de los diputados locales y presidencias municipales, nos confío que eran cerca de 200 priistas los que se pasaron al lado de sus contrincantes.

También señaló que los que le llevaron las contras a su partido estaban en la mira de la Comisión de Honor y Justicia de su  organismo y que, de comprobarse su actuación, serían expulsados.

La verdad es que eso no pasó así y los que le dieron la espalda al tricolor lo siguieron haciendo con el añadido de que llegó otra desbandada para sumarse al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), varios de los cuales ostentan cargos de elección popular y se colocaron en puestos federales.

De manera que no será simple que los priistas que se fueron o andan trepados en la barda regresen para hacer causa común con la nueva directiva del Revolucionario Institucional, encabezada por EDGAR MELHEM SALINAS.

Sin embargo, es buena medida que no se les enjuicie y, dependiendo de lo que representen, pueda dárseles determinada encomienda. Al fin y al cabo de lo que se trata es de sumar en un contexto complicado para el tricolor.

Ahora bien, todavía no se ve que la nueva composición del directivo estatal se encuentren cuadros de todos los grupos representativos del tricolor.

Aún no se observa que se le haya dado jugada a personas afines a OSCAR LUEBERT GUTIÉRREZ o de BATASAR HINOJOSA OCHOA.

Tal vez eso se haga en enero pero los puestos de relevancia en cuanto a dirección ya fueron repartidos.

Con respecto a los sectores y frentes de masas que podrían estar en proceso de cambiar a sus guías, ello no depende de la nueva dirigencia sino de la línea que se marque desde el centro.

Desde luego que si de traiciones se habla ahí esta los cetemistas y ni que decir de los ceneopistas, entre los que se tendrá que anotar al ex líder estatal, EFRAÍN DE LEÓN LEÓN.

RULETA

Suena bien o de rescatar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y garantizar que las tarifas de la energía eléctrica no aumenten.

Igual de importante es que los empresarios inviertan y se apropien de la parte que esta destinada para que la empresa tenga la posibilidad de desarrollarse.

Algo que no será fácil es acabar con el “huachicoleo” que se hace en la empresa.

Porque propios y extraños saben que los grupos delincuenciales, con apoyo de los que saben del manejo de suministro de la energía, se han dado a la tarea de hacer un negocio ilícito a partir de adecuar el consumo y por tanto lo que se paga.

Eso ha funcionado para casas habitación y debe entenderse que igual se ha dado en cuanto a industrias y negocios en general.

Además de que los empelados de la CFE tienen su “conquista laboral” y el servicio les sale gratis.

Pero más bien el problema es que los propios empelados se den a la tarea de pasarle a vecinos o amigos su “prerrogativa”.

Es decir, por todos lados se ha saqueado a la paraestatal y se antoja una tarea ardua reorientarla para que el beneficio en realidad sea del conjunto y no de unos cuantos.

De ese tamaño es el reto de MANUEL BARTLET DÍAZ, alguien  que por cierto,  la libró de las acusaciones que se le hicieron en el sentido de tener conflicto de intereses.

AL CIERRE

Cierto que es un gran negocio el de la venta de cohetes y que forma parte de una especie de tradición, principalmente en los festejos decembrinos.

Pero esto no deja de ser un gran riesgo para quienes los comercian y quienes los compran y los utilizan.

Aunado a ello se tiene lo de la contaminación y lo agresivo que son las detonaciones para los animales.

Lo que acaba de suceder en Victoria es una llamada de atención para los que venden los artificios pirotécnicos y los que los adquieren.

Resulta que explotaron unas establecimientos que operan en la calle Juárez, en la falda de la sierra.

El resultado fue de siete personas lesionadas, cuatro de ellas de gravedad.

Habrá que esperar el reporte de Protección Civil  en torno al suceso.